Principales criterios para elegir a los padrinos de bautizo de tu bebé

 

Cuando se vive la dulce espera de la llegada de un nuevo miembro de la familia, es necesario tomar muchas precauciones y decisiones, de entre las cuales, probablemente la más complicada es decidir cuál será su nombre. Pero luego de eso, viene la elección de quiénes le acompañarán al bautismo, y prometerán colaborar en su formación espiritual, en su educación, y fungir como una pareja de segundos padres si llegasen a faltar sus papás biológicos. 

Hay una serie de cosas importantes que debes considerar antes de tomar una decisión al respecto. Primero, debes tomar en cuenta que, aunque tradicionalmente, el papel de un padrino era el religioso, formalizado a través de una ceremonia oficial de bautismo en la que los padres asignan a dos adultos fieles para ser los guías religiosos de por vida de su bebé, y para ayudar a proporcionarle una mayor comprensión y conocimiento de Dios, actualmente muchos padres olvidan el elemento religioso, eligiendo a los padrinos simplemente porque quieren que sus hijos tengan buenos modelos adultos en su vida, o como parte de una ceremonia no religiosa para nombrar bebés. 

Así que primero, pregúntense, ¿Qué esperan de los padrinos? ¿Qué papel desean que desempeñen en la vida de su bebé? Con estas respuestas en claro, y con los siguientes consejos que ponemos a tu disposición, será más fácil definir a dos personas específicas que serán una presencia e influencia constante en su vida:

1. Elige a alguien que se quede: Elegir a quien ha sido, por ejemplo, novia de tu hermano durante dos semanas, no es una buena opción para una madrina porque ¿cómo saber si todavía estará junto a él, o si su relación se formalizará durante los próximos años? Por esta razón, los miembros de la familia suelen ser una buena opción, ya que es bastante difícil desconectarse de la familia. Del mismo modo, los amigos que son frívolos o propensos a desaparecer tampoco son una buena opción para los padrinos. Recuerda que deben ser personas siempre accesibles para el niño o la niña, abiertas a las conversaciones y felices de pasar más tiempo con el o ella.

2. Asegúrate de que sean una influencia positiva: Piensa detenidamente en tus candidatos, ¿los consideras una buena y amable persona? ¿Los respetas? ¿Serían una influencia positiva para tu hijo? Es bueno pensar también en lo que podrían aportar a la vida de tu hijo y que a ti te puede faltar, por ejemplo, intereses y habilidades musicales o deportivas, sabiduría intelectual o experiencia cultural.

3. No elijas por motivos incorrectos: La selección de padrinos puede volverse política a veces, y los mejores amigos o suegros a menudo esperan ser los que te acompañen en la iglesia. Pero esta es una decisión muy personal e importante, así que no te sientas presionado a elegir a alguien solo porque crees que podría molestarse. Recuerda que un padrino es de por vida, las personas eventualmente superarán que no se les pida.

4. Deja en claro las expectativas: En ocasiones, los padrinos son elegidos y no tienen idea de lo que se espera de ellos, por lo que es una buena idea tener claro desde el principio lo que esperas que sean en la vida de tu hijo o hija. A veces, las personas también pueden sentirse intimidadas por ser elegidas y pueden negarse a aceptar el papel. Tener claras tus expectativas puede ayudar a aliviar cualquier inquietud que puedan tener.

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