Los beneficios de los disfraces infantiles

La infancia, hasta los seis años, es una etapa importantísima en la vida de un niño ya que su imaginación está a todo lo que da y es el momento para desarrollar la creatividad, la seguridad en ellos mismos, su espontaneidad. En esta etapa aún no tienen muy clara la diferencia entre el mundo real y el mundo de fantasía.

Una de las mejores formas de sacar provecho de esta edad y de sus bondades es jugar a disfrazarse. La fantasía es muy natural para el equilibrio emocional de un niño y mientras no se pierda por completo en ella es saludable permitirles que la exploren.

Además, disfrazarse es una excelente herramienta para que los niños expresen sus emociones  y por esta razón es una técnica ampliamente utilizada por los terapeutas infantiles para ayudar a los niños a vencer la timidez, los miedos y enseñarles empatía para integrarse mejor en el mundo que los rodea.

También, nos ayuda a darnos una idea acerca de como los niños perciben a los adultos que los rodean. Por ejemplo, cuando un niño se disfraza de papá o mamá, imitará las actitudes que más lo impactan y nos permitirá observar si nuestra relación con el niño es buena o tiene algunas áreas de mejora. 

Lo mismo si se disfraza de algún maestro o amigo, esto nos ayudará a ver como son sus relaciones fuera de casa.

Es muy importante respetar el gusto del niño al momento de elegir su disfraz y no obligarlo a utilizar uno que nosotros escojamos pues al tener fantasías tan vívidas podemos intensificar sus temores en lugar de ayudarles a superarlos.

Recuerda:

1. Deja a los niños elegir su disfraz.
2. Que imaginen libremente mientras observas para tener una idea de lo que sienten.
3. Utiliza el disfraz para ayudarlo a ser más sociable.

Seguro nunca te imaginaste que un simple disfraz trajera tantos beneficios a la vida de tu hijo ¿Qué esperas? ¡A jugar!

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