Los 12 Apóstoles de México

 



Fray Martín de Valencia, Martín de Jesús, Juan Juárez, Antonio de Ciudad Rodrigo, Toribio de Benavente, García de Cisneros, Luis de Fuensalida, Juan de Ribas, Francisco Jiménez, Andrés de Córdoba y Juan Palos; ellos son los 12 Apóstoles de México. ¿Sabías de su existencia? ¿Conoces su historia?

Por tener la misión de convertir al cristianismo a la población indígena que habitaba los territorios que hoy integran a México en 1524, este grupo de 12 misioneros franciscanos escribió sus nombres en la historia, haciéndose conocer como los 12 Apóstoles de México. 

El grupo de 12 se conformó así, por una corazonada del entonces Ministro General de la Orden Franciscana, Francisco de Quiñones, quien indicó que fue precisamente este número de compañeros fue el que tuvo Jesucristo durante su vida en la tierra y en el desempeño de su misión por convertir al mundo.

Fieles a esta consigna, los frailes llegaron a territorio nacional a través del Puerto de Veracruz, desde donde atravesaron a pie y apegados a la pobreza franciscana, los poco menos de trescientos kilómetros que separan al puerto de la Ciudad de México, lugar en el cual los esperaba Hernán Cortés, quien los recibió con enorme júbilo y muestras de respeto, reconociendo en ellos a grandes aliados en su misión conquistadora.

Liderados por fray Martín de Valencia, fray Francisco de Soto, fray Juan de Palos, el defensor de los derechos y de la dignidad indígena fray Antonio de Ciudad Rodrigo, Toribio de Benavente quien fue un gran estudioso de las riquezas del nuevo territorio y de las costumbres de sus nativos, fray García de Cisneros, primer Provincial de la recién creada Provincia, Luis de Fuensalida, el defensor de las formas religiosas fray Juan de Ribas, fray Francisco Jiménez, quien recibió ya en Nueva España la ordenación sacerdotal, y fray Andrés de Córdoba, también laico, llevaron a cabo su misión.

Los 12 apóstoles mexicanos fueron recibidos por los nativos, quienes hablando el idioma local, trataban de comunicarse con ellos por la gran curiosidad que su presencia les generaba. 

Así que fue precisamente la enseñanza del idioma castellano una de las primeras metas que se plantearon, seguida de la solicitud que enviaron a los hombres más importantes del lugar para que les enviaran a sus hijos, a quienes buscaban educar en la fe cristiana; algo así como la catequesis que conocemos actualmente.

Otra de las grandes aportaciones de los 12  apóstoles mexicanos fue la división de la región en cuatro provincias que posteriormente sirvieron como los cimientos de la organización franciscana en territorio mexicano. 


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